jueves, 18 de septiembre de 2014

LA COMUNICACIÓN ENTRE PADRES E HIJOS ES FUNDAMENTAL. ¿SABES COMO POTENCIARLA?




Se podría pensar que el núcleo familiar es el lugar donde por naturaleza surgen el diálogo y la comunicación. Sin embargo, no siempre es así. El diálogo entre padres e hijos muchas veces se rompe o simplemente no existe. Esto tiene que ver con que la familia es una estructura social donde hay diferencias muy notables entre sus miembros. Pensemos que tienen en común un niño de cinco años, dos adultos de aproximadamente cuarenta, un adolescente de dieciséis. Y esto aún se complica más si en casa convive otra generación más como sería un abuelo o abuela con sus sesenta o setenta años.

La forma de comunicación va a ser diferente según la edad de niño, pero daré unas ideas generales válidas para utilizar con niños de cualquier edad.
  • Lo importante es dedicar un tiempo cada día a comunicarnos con nuestros hijos y ese momento lo elegiremos teniendo en cuenta que esté libre de prisas, cansancio, enfado....
  • Es fundamental que nos interesemos por su día, sus momentos buenos y los no tan buenos.
  • Hay que desarrollar nuestra capacidad de escucha. Nuestros hijos deben sentir que les prestamos atención y que nos parece importante lo que nos cuentan por pequeño que sea.
  • Los momentos de comunicación deben ser reflexivos y se debe facilitar el respeto del turno entre los hermanos.
  • Cuando queremos imponer una norma a nuestros hijos debe ser una norma clara, concreta y concisa.
  • Debemos atender muy mucho a la conducta no verbal. En numerosas ocasiones los niños captan antes nuestros gestos, miradas, tono de voz... que lo que les estamos comunicando verbalmente. Esto es especialmente importante en los niños muy pequeños.

martes, 16 de septiembre de 2014

¿TU HIJO PODRÍA TENER DÉFICIT DE ATENCIÓN?


Las siguientes características corresponden a un niño con déficit de atención:
  • A menudo no presta atención suficiente a los detalles y comete errores por descuido tanto en las tareas escolares como en otras actividades.
  • A menudo tiene dificultad para mantener la atención en las tares.
  • A menudo tiene dificultad para organizar tareas o actividades.
  • A menudo evita tareas que le requieren esfuerzo mental.
  • A menudo no sigue las instrucciones que se le indican.
  • A menudo parece no escuchar cuando se le habla.
  • A menudo pierde cosas necesarias para las tareas (lápices, libros, ejercicios escolares, agenda,?.).
  • A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
  • A menudo tiene dificultad para prestar atención a dos estímulos distintos .
En numerosas ocasiones se confunde un niño con Déficit de atención con un niño vago o con poca capacidad intelectual y no tiene nada que ver.
Si tú hijo reúne la mayor parte de éstas características te recomendamos hacerle un estudio que permita comenzar a ayudarlo cuanto antes. La edad para acudir al profesional dependerá de las características de cada caso, aunque cada vez se dan más sospechas de diagnóstico en la ETAPA PRESCOLAR.
La entrada en primaria supone un gran cambio para el niño: las exigencias educativas aumentan considerablemente, es entonces cuando el niño se siente más abrumado y desbordado ante las tareas escolares. Por ello es importante que ya desde infantil si tienes sospechas de que pueda tener este problema te pongas en marcha y busques ayuda.

El tratamiento es sencillo si se coge a tiempo, conforme pasan los años aumentan las consecuencias negativas tanto para el rendimiento escolar del niño como para su autoestima.