miércoles, 12 de febrero de 2014

PRINCIPALES SÍNTOMAS DE UN ATAQUE DE ANSIEDAD.


Lo primero que hemos de distinguir es entre un síntomas de ansiedad que se podría definir como una “alarma” que nos está avisando como veremos, tanto a nivel psicológico como físico, de que algo dentro de nosotros no funciona como debiera.
ALGUNOS DE LOS SÍNTOMAS PSICOLÓGICOS SON:
  • Preocupación excesiva o desmesurada por algo.
  • Miedo o temor infundado o sin motivo aparente.
  • Inseguridad.
  • Pensamientos negativos muy frecuentes y circulares.
  • Dificultad para pensar de forma lógica.
  • Incapacidad de concentrarse y/o realizar tareas cotidianas.


ALGUNOS DE LOS SÍNTOMAS FÍSICOS MÁS FRECUENTES:


  • Sudoración excesiva sin que sean las condiciones climáticas las que la provoquen.
  • Taquicardia y palpitaciones.
  • Tensión muscular y rigidez.
  • Dificultad para respirar o hiperventilación (respiración rápida)
  • Sequedad de boca.
  • Migrañas, mareos y dolores de cabeza.
  • Sensación de bochorno a nivel facial


SÍNTOMAS SOCIALES.
Estos síntomas tienen que ver con el contexto en el que el individuo se desenvuelve y se relacionan estrechamente con los pensamientos que la persona tiene.
  • Fumar de forma descontrolada e impulsiva.
  • Comer de forma compulsiva.
  • Beber en exceso.
  • Evitar ciertos lugares o situaciones sociales que nos pueden hacer sentir mal.
  • Las manías o repeticiones constantes.


Los síntomas varían de persona a persona. El sentirse identificado con algún síntoma aislado de los nombrado tampoco es indicio de ansiedad, pero sí lo sería cuando nos damos cuenta de que padecemos varios de estos síntomas y, además, desde hace ya algún tiempo.


Los síntomas de ansiedad se suelen manifestar cuando la persona se enfrenta físicamente a una situación temida, cuando piensa anticipadamente en hacerlo. También puede aparecer la ansiedad, y esto es bastante frecuente cuando intentamos relajarnos después de una jornada laboral larga y cansada y estresante. Es como si necesitáramos desconectar pero nuestro cuerpo aún sigue “a tope” y con ritmo que nos cuesta parar.


Para controlar nuestro cuerpo y ciertas situaciones que nos provoquen estrés y ansiedad es ideal aprender técnicas de relajación mental y corporal.


Si estás interesad@ puedes consultar o pedir información a través de nuestra web: www.mariolamora.com





miércoles, 5 de febrero de 2014

PROGRAMA DE TRATAMIENTO PSICOLÓGICO DE LA EYACULACIÓN PRECOZ Y LA IMPOTENCIA SEXUAL

En la actualidad son numerosas las consultas psicológicas que se realizan sobre IMPOTENCIA SEXUAL Y EYACULACIÓN PRECOZ.
A la hora de intervenir terapéuticamente en ambos trastornos lo primero que se sugiere al paciente es acudir a su médico de familia, para que a su vez éste lo derive al urólogo de zona, para así descartar la hipótesis física.  Es decir, que el origen sea orgánico.

Una vez que descartamos esto tenemos delante de nosotros a una persona con un trastorno sexual de origen psicológico.   Es entonces cuando se procede a realizar un proceso de evaluación y diagnóstico del problema concreto que presenta nuestro cliente.

Estos dos tipos de disfunciones sexuales suelen tener un origen psicológico relacionado con: una falta de educación sexual abierta y sin tabúhes, una educación religiosa rígida y estricta, dudas en la orientación sexual, hábitos sexuales inadecuados, baja autoestima, problemas de pareja, estrés, ansiedad...

A su vez el presentar éste trastorno sexual no es fácil de sobrellevar para el hombre ya que lo relaciona o le afecta a su autoimagen y autoconcepto, a su masculinidad, se ve incapaz de satisfacer sexualmente a su pareja, tiene miedo al fracaso en momentos de intimidad...

Todo lo anterior se convierte en un círculo vicioso del que salir resulta costoso si no se recurre a un profesional en busca de ayuda.  Veámos: el hombre comienza a presentar problemas sexuales, ésto le crea ansiedad y miedo anticipatorio en situaciones de intimidad con su pareja, la ansiedad y el miedo provocan fracaso a la hora de la relación sexual ya así sucesivamente.

El programa de tratamiento que realizamos en nuestro centro es el siguiente y se realiza a tres niveles.

1.- Nivel fisiológico.  Se trata de controlar y reducir los síntomas ansiosos y conseguir un nivel de activación adecuado.
Para ello se emplearán técnicas como:
     - Relajación progresiva.
     - Relajación mediante respiración.
     - Control de la atención y la concentración.

2.- Nivel cognitivo.  Se trabajarán las ideas y pensamientos del cliente acerca del la relación sexual, la sexualidad en general, miedos, autoestima, ...
Para ello se usan técnicas como:
      - Reestructuración cognitiva de pensamientos negativos.
      - Reelaboración de pensamientos anticipatorios y catastróficos.
      - Técnicas para aumentar la autoestima.

3.- Nivel conductual.  Este tercer nivel está destinado a trabajar ejercicios prácticos basados en un programa propuesto por los sexólogos William H. Masters y Virginia E. Johnson.
Estos serían los "deberes" para casa que el cliente debe realizar progresivamente.

Para el tratamiento de éstas dos disfunciones sexuales es muy importante la participación de la pareja.  Si no es posible se interviene incluyendo en la terapia otro tipo de variables con el fin de llegar al mismo objetivo que es la mejora progresiva y desaparición del trastorno.

Es un programa de tratamiento éste que, aunque pudiera parecer costoso y complicado, en la práctica tiene resultados muy alentadores y crea un impacto muy positivo en la persona que se decide a llevarlo a cabo.

Puedes realizar el tratamiento de forma presencial o, si la distancia, el tiempo o te sientes cohibido... también puedes realizarlo de forma online, con altas probabilidades de éxito cuando se sigue al pie de la letra.

lunes, 3 de febrero de 2014

¿En qué me puede ayudar un psicólog@?



Por suerte, y es señal de la evolución o el crecimiento cultural general de la población, es cada vez mayor el número de personas que deciden acudir a un psicólog@ para solucionar o poner remedio a sus padecimientos que no tienen origen físico. Cada vez más las personas tienen menos resistencia a acudir a la consulta de un profesional de la psicología para ser ayudados, guiados,... a través de una terapia. Pero también es cierto el gran intrusismo que hay en éste sector: personas con escasa o nula formación en psicología que realizan cualquier cursillo y montan su clínica

Un psicólog@ es alguien que estudia la conducta humana, el comportamiento en general, para después aplicar, mediante una psicoterapia, éstos conocimientos y ayudar al cliente a recuperar el equilibrio emocional y psicológico que ha perdido.

La Psicología es muy amplia. Son numerosas las corrientes que podemos encontrar. Algunas de ellas son la Conductista, la Congnitiva-Conductual, la Sistémica, La Humanista...). Estas son formas diferentes de llegar a un mismo objetivo que es la mejoría emocional y psicológica del cliente.

La labor del psicoterapeuta es la de guía del cliente en un proceso de autodescubrimiento. A través de ejercicios, desarrollando ideas, eliminando pensamientos negativos o distorsionados, … El psicoterapeuta hará de espejo en donde se reflejará la vida actual del cliente. Entonces el cliente al “mirarse” en tal espejo podrá comprobar su auténtica realidad y desde ahí a través del darse cuenta, tendrá la posibilidad de empezar a cambiar cosas en su vida. Un psicólogo nunca juzga, no está para eso, él en cambio, empatiza con su cliente, se pone en su lugar para desde esa posición poder conducirlo y sacarlo del “atasco”.

El psicoterapeuta es quien abre camino, pero quien verdaderamente lo recorre es el cliente. No es un camino de rosas, no nos engañemos, pero merece la pena. Resolveremos asuntos inconclusos del pasado, que siguen pesando en el presente y que se nos hacen conscientes cuando “tocamos” con algo asociado a esas circunstancias pasadas. Otra forma de ayuda del psicólogo es a través de la dotación de herramientas necesarias para que el cliente pueda desenvolverse de otra forma en su vida cotidiana: habilidades sociales, habilidades de comunicación, técnicas de relajación, de meditación...

¿Cómo me doy cuenta de que necesito terapia? En general, cada persona debería acudir a hacerse un “chequeo psicológico” cada cierto tiempo. Igual que nos hacemos revisiones de otras partes de nuestro cuerpo por qué no hacer lo mismo con nuestro cerebro.

En general te recomiendo acudir al psicólogo cuando te sientas frustrado, insatisfecho con tu vida, cuando sientas que repites con bastante frecuencia conductas que no te gustan, cuando te sientas atascado en un problema, en fín, cuando sientas necesidad de escucha, y respeto... Muchas personas acuden a psicoterapia cuando se encuentran tan mal que entonces es bastante costoso en tiempo y dinero mejorar su situación.

Mariola Mora. Psicóloga y psicoterapeuta. Colegiada núm: MU-2003

HABLANDO SOBRE LA ANSIEDAD


¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?

Cuando hablamos de ansiedad nos referimos a un conjunto de respuestas que engloban: tanto aspectos cognitivos (pensamientos y emociones), como aspectos corporales o fisiológicos (respuestas de nuestro organismo ante esos pensamientos o emociones que nos están asaltando).
Ambos aspectos, cognitivos y corporales se retroalimentan. Pongamos un ejemplo: Me surge un pensamiento: “Voy a suspender mi examen de Inglés” ese pensamiento tiene inmediatamente una respuesta a nivel corporal: nerviosismo, desasosiego, taquicardia … Conforme me voy sintiendo peor físicamente me acuden más pensamientos negativos: “Me duele el estómago, tengo náuseas... voy a suspender mi examen”... Este círculo se ha cerrado ya que los pensamientos alimentan las respuestas físicas que tengo y al revés.

La ansiedad, en principio, es una respuesta normal del organismo. Está relacionada con la supervivencia del ser humano. Imaginemos nuestros antepasados cuando vivían en cuevas rodeados de predadores. Ante una amenaza real, como podía ser un animal peligroso, el ser humano se servía de esa ansiedad, ese nivel de activación que proporciona la ansiedad, para huir y ponerse a salvo.

El problema actualmente es que nuestro nivel de alerta se dispara de forma muy frecuente ante estímulos no peligrosos. ¿Por qué? La ansiedad está muy relacionada con el la respuesta de estrés y no solo hablo de estrés físico sino, fundamentalmente, el estrés psicológico. El tipo de vida que nos imponemos en el que “tenemos que ser perfectos”: trabajar, llevar a nuestros hijos al cole, organizar con quién se quedan y sus actividades extraescolares, comprar, limpiar, estar delgados, guapos... y ¡Todo ello hacerlo en el menor tiempo posible!... Para desempeñar todas estas labores ( y algunas más que no menciono) necesitamos tener un alto nivel de activación durante mucho tiempo, ir al sprint casi todo el día... Sin darnos cuenta nos estamos creando un estado de estrés que en muchos casos llega a cronificarse. Por tanto, ansiedad y estrés siempre van de la mano.